Jean Michael Bernard comenzó a estudiar piano a la edad de dos años. Después de grabar con la Royal Philarmonic Orchestra en Londres, a la edad de diecinueve, Bernard trabajó como director musical del popular programa de radio "L´Oreille en Coin", de France Inter.
En su trayectoria posterior en la industria del cine y la música, Bernard ha colaborado con Claude Chabrol, Ennio Morricone, Francis Veber, Martin Scorsese, Ray Charles, Lalo Schifrin y Michael Gondry entre otros.
Además, es el creador de la asignatura de Composición de música de cine en el Conservatorio de París. En 2017 recibió el premio que otorga la SACEM (Societé des auteurs, compositeurs et éditteurs de musique) y fue designado oficialmente Artista Steinway.
La música de las historias
Muchas veces recordamos entre la niebla de la memoria una escena de una película. Lo más fuerte de esa luz que mira hacia atrás es la emoción de algo que acontece para ser contemplado, nos llega como un relámpago imprevisto y se renueva al revivirlo.
Para que esto suceda alguien debió escribir una historia, los actores deben interpretar un texto bajo ciertos tonos de luz elegidos, un escenario, vestuarios previstos y mucho más. Bajo el influjo del arte que conmueve nuestra fe poética no pensamos en las cuestiones necesarias antes mencionadas, nos dejamos envolver por esa escena que nos va contando algo y en ese ambiente puede suceder que haya música, una melodía como la presencia de un fantasma sutil que nos atraviesa inconsciente la emoción.
Jean Michel Bernard se dedica a esto, a componer música para películas y dotar de sentimiento a la atmósfera que rodea a las historias que nos cuentan. De eso y muchas cosas más nos habla en esta Masterclass en la sede del SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) en el marco de la 36ª edición de La Mostra de Valencia Cinema del Mediterráneo.
Bandas sonoras y melodías. Tempo y tecnologías
“Ese es nuestro trabajo, aportar emociones a la que tendría la película en sí misma, se trata de aportar algo más, ahí radica su dificultad, en darle ese extra.
El mundo de la música en las películas ha evolucionado mucho en los últimos años. Hay un gran punto de inflexión entre los años 60 y 70 hasta el año 2000, porque a partir de este año es cuando empiezan a cambiar las cosas. Es normal que haya cambios y menos mal, al final el cine cambia y lo que ha cambiado principalmente es el tempo, hay menos tiempo para contar una historia que por ejemplo hace 40 años.
En el año 1970 en Francia, había un compositor llamado Francis Lee, él tenía una particularidad, componía melodías, lo llamaban:´El gentleman de las melodías`; a diferencia de la actualidad, antes había más tiempo para expresar esas melodías largas. Con otros compositores internacionales pasaba lo mismo, John Barry en África, daba más tiempo a la música.
No digo que antes sea mejor que ahora, es simplemente diferente porque la tecnología ha cambiado. Principalmente la introducción de la computadora en el trabajo del compositor. Tenemos la utilización de los sintetizadores por parte de algunos realizadores como Lalo Schifrin entre otros; antes las computadoras no estaban en el estudio y lo que pasa ahora es que la música sintética se acaba mezclando con la acústica de la orquesta.
A finales de los 80, principios de los 90 llegaron las computadoras, y el sampling con el que llegó una nueva era. Por resumirlo, actualmente podemos comprar por internet una banda sonora, por ejemplo de la Orquesta de Berlín por 300 euros. Esto es muy práctico para el compositor porque le permite trabajar haciendo maquetas.
Pienso que a día de hoy es imprescindible trabajar con la tecnología, pero tenemos que verla como un plus aparte de la creatividad. El problema es que a la creatividad no la va a reemplazar nadie. En la actualidad cada músico que trabaja para la industria del cine tiene un piano, un estudio en su casa, con una computadora y con acceso a bandas sonoras. La proporción de gente que tiene talento no ha cambiado con respecto a otras épocas”.
Más sobre la composición y la tecnología
"Si hablamos de tecnología es cierto que cuesta menos dinero producir música electrónica que contar con un verdadero músico. En la actualidad hay artistas excelentes pero también es cierto de que hay modas, son ciclos que al igual que vienen se van. Hubo una época en que la música de orquesta se dejó abandonada y luego volvió con John Williams, entonces es algo muy cíclico. Ahora la música es más tecnología, pero aquellos que tienen talento para componer música de orquesta también lo pueden tener para componer música electrónica. Lo podemos ver en Ludwig Göranson que es el que ha compuesto la música para Mandalorian y Black Panther.
Lo que hace soñar a todos los compositores, más allá de la edad, es la música acústica y ahí vemos el éxito de John Williams. Basta con ver los ojos del director cuando llega al estudio y están tocando la primera pieza".
La industria del cine y el trabajo del compositor
“El problema número uno que tenemos es el tiempo de la música. El director trabaja en la parte de montaje con el editor durante dos o tres meses en una pieza. Es aquí donde tenemos un tipo de música, lo que se hace es incluir partes, por ejemplo de John Williams, de Tomas Newman u otros y después el compositor recibe ese montaje de distintas partes y se le encarga que haga algo que se parezca a eso. No importa la notoriedad del compositor o la importancia que tenga esa película, lo vemos también en Hollywood, por ejemplo Alexander Desplat, un compositor francés también trabaja de esta manera.
Actualmente el dinero está por todas partes y los productores no quieren asumir ningún tipo de riesgo, de esta manera se aseguran de que sea algo conforme y cumpla con lo que se desea transmitir a los espectadores. Luego cuando se graba la música, hay una especie de prueba de proyecciones para mostrar la película al público en una sala, en dónde se le pregunta por la película en cuestión y sobre la música.
Voy a dar un ejemplo, en Troya, la película con Brad Pitt, el compositor fue Gabriel Yared, ganador de un Oscar por El paciente inglés. En la proyección hubo algunos comentarios que no eran demasiado favorables con respecto a la música y se expulsó a Gabriel de la película. Se lo sustituyó por alguien que no lo hacía tan bien. Esta es la vida del compositor actualmente, en Hollywood es peor aún. Por eso es mejor trabajar en España, porque al menos estamos más tranquilos.
Es una profesión difícil porque se necesita de muchísima paciencia para aguantar todo esto, es algo complicado de entender para los muchos compositores jóvenes que quieren trabajar en este ámbito de la música y las imágenes y definirse como compositores para películas. Hace 50 años no había escuelas donde se enseñase a componer música para películas, en aquel entonces los compositores llegaban al mundo de cine un poco por casualidad. Eran compositores y punto, no eran compositores para películas.
La suerte que tenemos hoy en día es que cada vez hay más escuelas que hacen cursos de composición musical para películas, y luego tenemos internet, youtube, la posibilidad de poder escuchar muchas bandas sonoras y ver muchas películas".
Campo de posibilidades
"En mi caso fue por casualidad, en aquel momento era muy joven y estaba estudiando en el conservatorio, cuando tenía 15 años se acercó un amigo que hacía cortos y me invitó a musicalizarlo. Es algo que no me había planteado ni había hecho hasta entonces, empecé a trabajar en eso y me gustó. Hay una enorme diferencia en hacer una película con un solo director, que puede ser un amigo, o con varios directores, en este último caso la dificultad es más grande.
Es como una ruleta, porque puede ser que tengas éxito y guste la música, entonces tienes muchas más posibilidades de que se te reconozca como compositor, pero también puede no acabar funcionando. Es un poco de suerte también, de dar con un buen director, que sea una buena película y que la música guste. Luego tenemos la opción de los musicales.
Lo que tienen que entender los compositores actuales, es que la música forma parte de una película, es una parte importante, pero el director no siempre le otorga esa importancia. Actualmente hay mucha menos melodía que antes, por distintos motivos, por ejemplo el tempo porque ahora todo va mucho más rápido. Luego también hay bastantes directores que piensan que la música se hace en un instante, y no se hace tan rápido como puede parecer. Antes podía haber 30 o 16 compases, mientras que actualmente son 4 o 2.
Por ejemplo Interestellar está basado en una fórmula de 4 compases. Luego hay que tener en cuenta la textura musical, el color musical, independientemente de si es una orquesta, si es música sintética, mezclada y vemos que nada acaba dependiendo del gusto final del espectador".
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Selección de películas de La Mostra de Valencia
"En cuanto a la selección de La Mostra, tenemos doce films, de los cuales solamente hay una con música especialmente hecha para esa película, con una melodía, con una orquesta, es decir hay un verdadero trabajo detrás realizado junto al director. El resto de películas, y esto no es una crítica, tiene música porque hay que meter música, al final es una historia de gustos.
Vemos ahora que la tecnología permite producir más rápidamente esa textura musical, hay herramientas que no hacen tan difícil producir esa música a diferencia de las melodías. Una buena música puede tener notas y eso sería suficiente, es decir tampoco quiero decir que es necesario si o si tener una melodía".
El trabajo del compositor musical y su potencial emotivo.
"Cuando empezamos a componer la música para una película empezamos de cero, como si tuviéramos una hoja en blanco. Ahí es donde radica el esplendor, porque pasamos de un estilo a otro rápidamente, en mi caso puedo pasar a una película sobre Luis XIV, luego por Michael Gondry, películas de aventuras, comedia, amor, Madame Bovary; eso es lo bonito del trabajo de un compositor, adaptarse a distintas necesidades.
Tenemos que entender que la música se basta por sí sola, no necesitamos las imágenes. Si tenemos una sinfonía de Beethoven, no hace falta tener una película que la acompañe. La potencia del poder de la música es algo devastador. Hay que ver todo el proceso con parsimonia porque si no vamos a cometer muchos errores. Uno de los problemas que tenemos en la actualidad es que los directores suelen estar muy ocupados y delegan la música al compositor. Esto puede ser un peligro o no, depende. O bien, acaba en manos de un compositor competente que entiende a la perfección que es lo que tiene que hacer, o alguien que lo hace muy a su manera, o porque es un amigo, que es algo que pasa muy a menudo.
Además un compositor no necesita veinte años en el mundo de la música para tener talento y comprender que es lo que tiene que hacer. Más bien se trata de tener un enfoque que nos deje llevar por las sensaciones, los sentimientos, comprender la historia, según la trama, y mezclar esos deseos con los del director, el productor y el distribuidor.
Cuando hay dinero en juego todo puede adquirir proporciones gigantescas. Lo que siempre decimos en el mundo del cine es: o funciona o no. No hay medias tintas, es todo o nada. Es raro pero realmente es así, puede funcionar, ser una buena música pero no acaba de gustarle al director entonces tendremos que adaptarnos".
Trabajo con Michael Gondry y breves ejemplos.
"Ahora me gustaría hablar de como he trabajado con Michael Gondry en la película La ciencia del sueño. Aquí la suerte que he tenido como compositor es dar con un genio de la imagen y poder trabajar con alguien que acepta mi visión desde el comienzo de la película. Para un compositor lo mejor es empezar a trabajar cuanto antes en la película.
Desgraciadamente esto no es algo que pase muy a menudo, porque muchas veces nuestra parte llega al final del montaje y tenemos tres semanas para componer la música. Depende de la película, algunas no tienen tanta música, pero si hablamos de una comedia americana la música está por todas partes.
Porque en el cine americano lo que se quiere es que la música lleve a las imágenes y explique lo que estamos viendo en la pantalla. Para que quede claro, es más complicado hacer la música para una comedia que para un drama.
Hay una escena en La ciencia del sueño, en donde el personaje interpretado por Gael García Bernal se ve envuelto por los celos, porque hay otro personaje que lo molesta mucho. Entonces empieza a tener sueños y delirios, entonces pasamos de un mundo real en la cafetería hacia un mundo surrealista después. Aquí el trabajo de la música es establecer ese vínculo entre el pasaje de la cafetería y el pasaje de los sueños.
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No utilice música electrónica para esta secuencia, sino una orquesta, para otorgar ese lado irreal, raro, por supuesto, ese momento especial. Con una orquesta se puede hacer de todo, lo hemos visto con John Williams. La modernidad no viene simplemente por utilizar la tecnología o instrumentos electrónicos, porque un plano puede sonar moderno con notas o también antiguo con esas mismas notas.
Hay otro ejemplo en la película Rebobine, por favor de Michael Gondry, en donde actúa Jack Black; esta película se grabó en Nueva York. Vemos a tres amigos que deben volver a grabar una película para salvar su videoclub y ahora lo quieren hacer a su manera. Aquí la música tenía que adaptarse a eso para mostrar cómo la película cambia de una manera a otra.
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Hay una similitud con el sonido de una película de Jackie Chan, Hora punta, este fragmento lo realizó también mi amigo Lalo Schifrin. Lo que hice fue mezclar la orquesta con un sintetizador de los años 70. En este mundo del cine puede pasar que hemos compuesto música y luego el director la acaba colocando en un momento que no teníamos previsto.
En la escena final de Rebobine, por favor hay un momento muy conmovedor en donde todo el barrio ve la proyección de la película; quise grabar el piano en Nueva York para que lo oyera el director. Intenté volver a grabar esa parte en un estudio, pero no salió tan bien como cuando lo hice en aquella primera toma. Así que decidimos mantener la primera versión de piano, a la que luego le añadí la sección de cuerdas. En esta escena se ve la magia del cine, vemos que la música incluso termina superando a la narración".
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El compositor y los directores en otros ejemplos.
"Ahora voy a mencionar algo completamente diferente, en este caso adaptándome a las necesidades de un director como Martín Scorsese en la película La invención de Hugo. Puntualmente en este ejemplo hay mucha inspiración de la música francesa, el jazz, también el tango. Aqui un pequeño extracto que grabé con un grupo.
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Una de las características principales que tiene que tener un compositor es responder a las necesidades específicas del director, un día puede querer algo como lo anterior, o en la misma película vemos una nave espacial que está aterrizando en Marte, entonces son distintas necesidades a las que hay que dar respuesta.
En este otro ejemplo, vamos a pasar al aspecto más práctico y oir como se graba música en un estudio. Para una comedia llamada Un golpe brillante, con Pierce Brosnan y Emma Thompson.
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En este caso hubo muchas páginas, la parte rítmica de la guitarra, la melodía, luego las cuerdas. En esa sesión de grabación, el director está sentado justo detrás, y asiste al comienzo para ver cómo se va desarrollando todo, un ejemplo clásico de grabación para películas.
A veces las cosas no van tan bien, una vez pasó con Alfred Hitchcock que no le gustó la música de Bernard Hermann, en una película en la que actuaba Paul Newman (Cortina rasgada), y se marchó a los cinco minutos de haber llegado al estudio. Nunca más quiso trabajar con él, a pesar de haber sido un habitual colaborador en sus películas, por ejemplo en Psicosis, Vértigo entre otras.
Los directores no están obligados a acudir al mismo compositor o tener fidelidad hacia ellos. Esto es un problema que tienen los jóvenes, porque no comprenden la razón de que un director no los vuelva a llamar a pesar de que haya funcionado bien su composición".
Su concepción de la música en la actualidad
"Ahora les voy a explicar cómo concibo la música actualmente, porque sigo trabajando en el mundo del cine pero también toco en muchos conciertos porque soy pianista. Para mi siempre es un placer tocar, como lo he hecho en Valencia en el marco del Festival de la Mostra.
Me gustaría hacerles escuchar un trailer muy corto de un álbum que hice hace tres años cuyo título es Jean Michel Bernard toca a Lalo Schifrin. Él es un compositor muy famoso, que ha hecho la banda sonora de Misión imposible y otras tantas muy conocidas. Es un amigo muy cercano y decidí grabar este disco a raíz del sabio consejo de mi esposa (Kimiko Ono, compositora y cantante japonesa) y en 2016 empecé con los conciertos.
De hecho le propuse a Lalo que lo grabara conmigo y me dijo que con la condición de que fuera a Hollywood y lo grabamos en ese edificio tan conocido de Capitol, ese que es el primero que destruyen en las películas, por ejemplo en el film 2012".
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Proyectos en el horizonte
"Mi siguiente álbum estará dedicado a Geoff Smith y saldrá aproximadamente en el primer trimestre de 2022. Este es el camino que está siguiendo mi carrera, me gustaría seguir con los conciertos de piano. Acabo de firmar con Sony para hacer tres álbumes de música de películas en general, pero haciéndolo a mi manera, con mis arreglos.
Ahora voy a tocar un extracto de música de La Pantera rosa con un arreglo muy original.
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Se lo dedico a John Williams que ha estado tocando recientemente en Berlín, y ahora interpretaré parte de la música de La lista de Schindler.
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Para mí esto es la música. La música para el cine independientemente de cual sea el estilo tiene que aportar emociones".
La relación creativa y humana que tuvo con Martín Scorsese, Ray Charles y especialmente con Lalo Schifrin.
"Todas las relaciones se basan en el respeto, en eso tenemos que estar de acuerdo. Trabajé con Scorsese y Howard Shore, en mi caso en la parte de la música francesa. Me di cuenta al trabajar con él hasta que punto es sumamente puntilloso y preciso con la música de sus películas, porque incluso le da la misma importancia que al resto a esa música que aparece de lejos. Por eso trabaja a menudo con Howard Shore, uno de los compositores más originales que existen en la actualidad.
Mi historia con Ray Charles es un poco extraña, no voy a entrar aquí en detalles porque tardaríamos mucho rato, pero básicamente para mí es como un padre espiritual y creo que él a mí me ve como un hijo. Además los dos tenemos el mismo enfoque, la misma base, nos complementamos muy bien y ahí radica la magia de nuestra relación. Estábamos en una pequeña formación de cuatro músicos, tres americanos y yo en la orquesta y siempre quería que acabáramos el concierto con un blues.
En cuanto a Lalo Schifrin me llama … el hermano del alma. Es el compositor al que más me acerco a nivel musical, porque tenemos el mismo bagaje como compositores. Ambos somos pianistas, ambos venimos del ámbito clásico, del jazz, entonces hablamos de muchos puntos en común. Lo adoro, es como un héroe para mí, un maestro. Le llamo cada dos semanas, y bueno, nos contamos nuestra vida. Ahora él está muy mayor, pero bueno, así es la vida, pero me siento muy afortunado de haberme encontrado con todos estos compositores a lo largo de mi trayectoria. Lo que siempre digo de broma, es que debí haber sido muy bueno en mi vida anterior para haber merecido todo esto".
