jueves, 1 de septiembre de 2011

Entrevista a Juan Quintero (Acá Seca trío)

Paraísos íntimos
En una cálida nota con Juan Quintero, integrante de Acá seca trío, el tiempo se transforma en el eco de una melodía, en una palabra que nos transporta a cualquier lugar, a todos los mundos posibles.

En una nota contabas algo de Stravinski, compositor y director de orquesta ruso. Vos contabas que podías escuchar a Stravinski y quizás no te influenciaba en esos momentos, pero quizás más adelante y en una forma o género imprevisto eso te estimulaba casi misteriosamente…
¿Esta idea habla un poco de tu manera de componer?

Si, igualmente he dicho Stravinski porque es alguien que me impresionó mucho. A veces uno asimila las diferentes experiencias de manera muy misteriosa. Hay veces que sí, uno concretamente chorea recursos, y esta bien porque los tipos van dejando puertas y ventanas abiertas.

Se es vanguardia conociendo bien lo que viene atrás, no desconociéndolo y haciendo como si nunca hubiese existido…

Que más lindo que ver eso, que camino ha hecho un tipo y como lo transitas vos. Es un lazo mucho más fuerte con la gente que viene antes que nosotros.

Es increíble lo mágico de la composición, podrías haber dicho Stravinski, como el cuchi Leguizamón; ¿A veces exploras ese misterio?

Se que hay tipos que tienen algún mérito, pero aún ellos les diría que reconozca que hay algo de misterio. Porque no es que uno arranca y hace una letra, una música y la cuadra. Hay una cosa ahí que de repente… se cuelan cosas de uno, cosas de afueras, cosas que llevas del pasado, cosas que se meten por azar.

¿Cuáles son tus primeros recuerdos musicales?

Vivo la música desde que nací. En mi casa había mucha música, mis viejos cantaban y cantan, se escuchaba música, se compartía mucho. Pero no lo recuerdo como una escucha solitaria de alguien que se pone un disco, sino más bien del que se sienta a una mesa a cantar con amigos.

La música que flota en ese aire compartido…

Si, la música como la necesidad de comunicarse. Y con gente con la que hablas cosas muy hondas, la música llega a otro lado como una confidencia más confidencial.

Como un idioma que va un poco más allá… ¿En ese camino imaginabas formar un grupo como Acá seca? ¿Cuándo te empezaste a sentir músico?

La verdad que sí. Ha sido una cosa tan natural en mi vida que nunca he pensado en vivir de esto. Cuando uno empieza a recibir cierto reconocimiento… eso no debería ser así. A mi eso me ha dado una pauta de una gente que quiere escuchar, pero en realidad me sentí músico, o totalmente afirmado en esto, cuando he hecho algunas cosas que no han tenido repercusión y ahí de todas maneras me sentía bien. Porque le puse todo lo que le tenía que poner, porque lo hice con alegría, con pasión; por ahí son cosas que nunca van a salir a la luz, o son hitazos, pero valoro mucho eso en personas que son desconocidas y tienen mucho de eso.

¿Cómo surgió la idea de tocar con los chicos de Acá Seca?

Muy de a poquito, nos encontramos en un escenario informalmente y nos gustó. Nos volvimos a juntar para huevear y estuvimos un año haciendo eso y de tanto juntarnos tuvimos un repertorio. Hemos ido a tocar, de repente vimos que iba mucha gente y volvimos a tocar, más gente y así decidimos seguir.

Y en ese huevear, ¿qué ideas nacían desde lo musical, cómo se conectaban entre ustedes, qué tenían ganas de expresar cada uno y en conjunto?

Es una cosa maravillosa, siento que nunca hay una verbalización de las cosas en ponerse de acuerdo con las voluntades, en cuanto a la música. Simplemente vamos, tocamos una cosa que nos gusta a los tres y le damos. Agradezco que se de así, simplemente es que nos guste, y cuando se termine el arreglo, todos asintamos con la cabeza.

A veces, tocar música de otros hace decirnos mejor a nosotros mismos. El tocar algo que te gusta y te representa en algún punto o te hace sentir cosas nuevas. Y por ahí, saca de vos algo inesperado. ¿Cuál es tu opinión?

No hago una diferencia entre las composiciones mías y las de los otros. Les tengo el mismo respeto a las mías que a la de los otros, y eso por ahí es malo para los otros…

O bueno…

O bueno. Hay tipos que no quieren que les toquen muchos sus composiciones, pero cuando agarro algo y me gusta, es mío directamente. Entonces le hago lo que quiero, porque tengo que decir, tengo que acomodar las cosas para que fluyan.

¿Cómo es el proceso de sentir que es tuyo y luego componer?

Sigue siendo lo mismo, lo que pasa es que en la composición uno arranca del papel en blanco, y en la versión, componer a partir de lo que ya ha hecho otro, vos ya tenes un algo. En cambio en el papel en blanco hay una cuestión fulera, en cambio en la versión es como arrancar 10 metros más adelante en una carrera.



¿Qué cosas sentís que te van apareciendo más en la música de los otros, o en la búsqueda de vos mismo? ¿Por dónde crees que vas?

Cada vez estoy más afín a la música… (largo silencio… piensa), no se que como decirte… Te digo por la contraria, estoy cada vez más lejos de las músicas como el jazz, o la bossa nova, el punk o el pop estandarizados.

Buscas un reverso de todo eso…

Si, por ejemplo hay expresiones supertradicionales como Omar Moreno Palacios, que en su pinta es un tipo muy vestido de gaucho, de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo la música que hace, todo él en realidad, es una cosa genuina, un bloque tan fuerte. Eso es lo que admiro. Se da en esos tipos, o en otros tipos que hacen rock, pero lo hacen totalmente convencidos de su trabajo y cuando tienen una personalidad así eso se nota en la música. No es originalidad…

Sino cierto convencimiento, una identidad que se va forjando.

¿Cuáles son tus proyectos personales y con Acá Seca?

Ahora me gustaría estudiar algunas cosas y los proyectos los mismos de siempre: seguir tocando, seguir ensayando sobre todo. Estamos rodando con una gente muy linda, de Brasil, de Europa, de Argentina, esos son lazos que se van tendiendo y  me gustaría ahondarlos.

¿Qué lindo que es eso, no? Uno imagina al músico, desde la lejanía, rodeado de un ambiente, de compañeros de ruta, de colegas que se van conectando en ese idioma que es tan profundo, que es el musical pero es el humano también, ¿no?

Por supuesto. Con mucho cariño, se va tendiendo una red que esta hecha en base a eso, a extrañarse. Agradezco eso de la vida que llevo.

Todo eso puede reemplazar a Stravinski, en la idea que vos dabas, ¿no?
Totalmente. Stravinski, como un guiso comido en alguna guitarreada. Uno va viviendo y esas cosas en algún momento brotan en uno.

¿Y si pensas en La Plata que imágenes se te aparecen o qué ideas se te vienen a la cabeza?

A esta ciudad la he vivido muy intensamente. Porque estaba para esto, hacer música. La recuerdo con mucho cariño, sobre todo con ternura porque es una ciudad que me ha cobijado. Pienso en muchas cosas que han sido posibles acá, además por el grupo de gente, el exponerse, el darse al otro. Hay muchas cosas de la expresión artística que son casi del lugar, son muchas cosas que se revuelven y se muestran. El hecho de que se haya dado acá con este grupo de gente ha sido para mí muy importante, porque tal vez en otro ambiente me hubiera dado mucho más pudor y si alguien te baja la caña te desmoralizas totalmente.
¿Qué te parece El Teatro Bar?
Esta buenísimo. La primera vez que hemos hecho un recital grande, lo hicimos acá. Eso fue muy impresionante, porque nosotros veníamos de tocar para 80 personas como mucho, y nos iba quedando chico. Entonces hicimos un recital acá, lo pusimos hasta la jeta! Fue impresionante para nosotros, el hecho de darnos cuenta que de repente guau! Estaba todo esto lleno, lo recuerdo con mucho cariño.


(Gracias a Jessica Pons por sus fotografías)






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