viernes, 18 de marzo de 2011

Entrevista a Guillermo López (CQC) (Revista Now)



 El zapping de la vida

Guillermo López es más conocido como el “pelado de CQC”. A fuerza de picardía ha ido gestando un personaje que es ni más ni menos que él mismo. Antes de eso estaban sus años de clown, la animación de fiestas con pésimo sonido para una docena de personas, sus trabajos como extra. Hasta que su pedaleada en el medio tuvo un cambio rotundo cuando su desfachatez lo llevó a pedirle trabajo a Mario Pergolini. En una charla con Now!, en Pinamar, nos cuenta de todo esto y mucho más.

¿Cuáles son tus proyectos en este verano en Pinamar?
Es la octava temporada que hacemos de “Vacaciones pagas” en la radio de Badía y para nosotros es un placer estar acá. La verdad me estoy todo el año en Buenos Aires esperando el mes y medio que paso en Pinamar. Elegimos la radio de Badía, en 2003 vinimos por primera vez, después me fue gustando el lugar, la verdad que es muy lindo, son ocho temporadas. Te vas cruzando con mucha gente, por suerte hemos tenido muchos amigos que, verano a verano, volvemos a ver. Así que para mí es un placer estar acá, es un tiempo que se me hace corto.

¿Qué comparación haces con otros veranos de tu pasado?
Obviamente acá llevo una vida extremadamente agradable. Cuando era chico veraneaba en San Clemente, después en San Bernardo con el grupo de amigos, y la teníamos que remar. Ahora tengo la posibilidad de estar en Pinamar, que es el lugar más lindo de Buenos Aires junto con Cariló y Mar del Plata. Pero creo que Pinamar es el “lugar”, y además está el hecho de tener todos los beneficios que nosotros tenemos producto de hacer la radio. Llevamos una linda vida acá, entonces permanentemente comparo para darle más valor.

Éste es tu momento actual, pero vos la venís remando de hace mucho. Contános cómo fue tu ingreso a CQC y la anécdota con Pergolini.
Yo arranqué en el 89 a estudiar teatro con Agustín Alesso, en el 92 terminé y ahí empecé a hacer laburos de tele, bolos como actor, a conducir eventos, a estar 2 años como clown en un circo, a hacer teatro callejero. Hice de todo hasta que llegó el momento en el que fui a ver a Mario, lo fui a encarar a la puerta de Rock and Pop en el 2001, a pedir laburo, sin saber que iba a entrar en CQC, fui a pedir trabajo en general. Lo encaré y le dije “Te puedo molestar un segundo?” y él me dijo: “Para que me vas a molestar si me podes tratar bien”, entonces volví para atrás y le dije “¿Te puedo tratar bien un segundo?” A partir de ahí le expliqué que era actor, que quería laburar, que no tenía representante, y que mis contactos los generaba así. Entonces me dijo que no tenia nada en ese momento, me dijo que pasara a fin de ese año. Supongo que ahí vio que le la manera de encare mía me podía llegar a servir como notero a futuro, no se que habrá pensado.

¿Cómo fuiste gestando ese personaje del notero en Caiga quien caiga?
En realidad puse mucho de mí, el estilo de humor ya lo tenía pero hasta ese momento era para unos pocos y en CQC en un mes tuve una repercusión que no había tenido en los 10 años que venia remando del 92 hasta el 2002. La segunda vez que lo vi a Mario fue cuando le dije “Te vengo a decir que yo soy el nuevo notero de CQC y vos lo tenes que saber”, lo cual le pareció divertido y ahí me citó en febrero. Finalmente tuve la entrevista con él, y de ahí pasamos al 20 de marzo cuando me llamaron para hacer la prueba de un personaje que era un asesor de imagen. Me probaron, gustó y quedé. La verdad que fue como un cuento redondo, porque yo no conocía a nadie, no tenía ningún contacto en 4 cabezas.

¿Cómo fue tu trato con Pergolini al empezar a trabajar con él?
Muy bien, es hasta el día de hoy. Todos los veranos él los pasa en Cariló, todavía lo voy a visitar y charlamos mucho. La verdad es que estoy enormemente agradecido con Mario. No solo laboralmente me cambió la vida. El hecho de lo laboral me cambió en general, entonces esta bueno acordarse. Lo mismo con Badía, en el 2002, mi primera temporada de CQC, le pedimos hacer radio acá y también, accedió con la misma generosidad que tiene hoy que obviamente las cosas son muy distintas. Mario y Juan son dos personas que tengo como referentes de gente muy correcta en el medio y gente que ha ayudado a otros que recién empiezan.

Contame algo sobre tu etapa de clown y de artista callejero…
En realidad lo de clown era en el Parque de la costa, el Circo de la costa. Ahí hacíamos un número de humor y éramos tres actores que oficiábamos de clown. Durante dos años hicimos de 3 a 6 funciones por día, dependiendo del día, para 2000 personas y estaba buenísimo el show. Creo que después de CQC y ahora Zapping, el espectáculo que me ponía más orgulloso era el show del circo de la costa.

 Y vos como te imaginabas en ese momento…
En realidad no proyectaba, yo voy bastante al día, incluso ahora que surgen un montón de propuestas, que la exposición de que te vengan a buscar de un montón de lugares. Ya se que este año 2010 tengo Zapping, CQC, me han propuesto cosas de radio en Buenos Aires, y digo ya está. Se que todos los veranos voy a Pinamar, y la productora me lo respeta, porque sabe que yo lo disfruto mucho y con los años se fue convirtiendo en un buen producto, con buenos auspiciantes, entonces tiene mucha repercusión con la gente.

¿Qué sensaciones te generan estas demostraciones?
Eso esta buenísimo, nosotros acá todos los días llenamos la rotonda de oyentes haciendo un piquete de onda, es una demostración pura de cariño, de afecto. Eso no tiene precio, porque vienen a jugar con vos a cambio de nada, es onda por onda, la verdad que es muy gratificante. 

Guillermo forjó su reconocimiento como notero, a partir de la buena onda con los famosos, desde Darin al bambino Veira, de Cerati a Del Potro y las mujeres más lindas de la Argentina. En “Caiga quien caiga” aparecieron sus propias secciones como “CQC Test”, “Trabajos forzados”, y hasta su propio programa semanal: Zapping. 

¿De que manera se da ese ida y vuelta con los entrevistados, cómo fue al principio y de que forma fue cambiando con el paso del tiempo?
A mí lo que me pasó fue que entré haciendo una cámara oculta a políticos que estaba muy buena, los dejaba bastante mal parados. Eso genero como un respeto con el medio artístico, entonces cuando empecé como notero me daban cabida porque decían: “Este es el que ya embocó a tal o tal político” y eso me puso en un buen lugar. Después fui construyendo relaciones. Con Darín, Etcharri, Suar, Francella, Araceli González. No sé… por darte algunos ejemplos. La verdad, son muy pocos los que no me la reman, por ejemplo Sofovich no me habla, pero en algún punto me la esta remando, si no, no tiene gracia la nota.
La verdad es que he tenido mucha aceptación en el medio y eso esta bueno porque yo me he mostrado tal cual soy. Es un buen mensaje, porque cuando queres interpretar un personaje que no sos, eso tiene fecha de vencimiento. Me manejó como soy, y eso generó que la gente me devuelva buena onda.

¿Tenes alguna notas que te hayan marcado especialmente?
Por ejemplo, estando en canal 13 nos colamos en unos premios Gardel con la Bersuit y  yo andaba luqueado como uno más de la banda, esa fue una muy buena nota. Estaba transmitiendo Telefé, subí al escenario, recibí un premio de la Bersuit y me saqué la peluca, estaba Pettinato conduciendo y eso fue una nota muy linda porque salio redonda. Después siempre me acuerdo una nota con Jelinek porque le preguntaba cosas como Bioy o Casares y respondía uno de los dos, y es como la síntesis de escuchar pelotudeces. Después de todo lo que fue el chichoneo con las chicas, que a mí me tocó ese rol, desgraciadamente (risas), creo que el romance mediático que hicimos con Eugenia Tobal fue el más divertido. Había un culebrón y querían ver que pasaba, entonces era muy divertido, como una mini novela dentro de las notas de color de CQC.
¿Alguna entrevista que te hubiera gustado hacer?
En realidad lo que me hubiese gustado es hacerle una entrevista a Olmedo, porque a mi me gustaba mucho lo que hacía. Me hubiese gustado que CQC existiera en los 80 y ser notero para tener el ida y vuelta que ahora tengo con mucha gente.

¿Hay alguna anécdota que recuerdes especialmente?
Hay una que me contó Carlitos Tévez que es buenísima. Él estaba jugando a la pelota por plata en Fuerte Apache. Imagináte, el clima que había en esos partidos. Se juega a todo o nada, hay muchachos pesados. Bueno, la cuestión es que el partido se definía por penales. Le toca patear a Carlitos y si lo hacia su equipo ganaba. En eso uno de los rivales le muestra una pistola que tenia atada en la pantorrilla y le dice: “Si lo metés te mato”. Carlitos se pone nervioso, lo miraba al tipo y a la pistola; toma carrera y le pega fuerte. Mete el gol y sale corriendo a todo lo que da pasando el arco. 

¿Qué  te dicen tus amigos del hecho de que hayas transformado en el “pelado” de CQC?
Es gracioso porque ellos me dicen, “Yo no termino de registrar que vos sos el de Caiga, para nosotros vos sos el de siempre” y yo quiero eso. Pero me pasa que uno me dice: “¿Me acompañas a buscar a mi hija?”, y vamos; cuando llegamos me dice: “Uh que boludo, te hice venir y acá están todas las madres, los chicos que te vienen a saludar, te piden fotos…” y esta bueno eso. Nosotros somos un grupo de amigos que nos conocemos desde los 5 años, hoy uno es el médico, otro el profesor de historia, otro maneja una empresa;  y yo como no quería laburar me metí en la tele.

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